Cómo Vivir del Arte

Allí donde te enseñen diferentes técnicas pictóricas y escultóricas durante algunos años, posiblemente te abrirán las puertas a nuevos campos técnicos, conocerás estilos y corrientes, otros creadores y sus vidas, y tal vez, incluso te darán un título (que si de poco sirven ya hoy en día, respecto al arte, son casi innecesarios); pero nadie te va a explicar cómo se va a desarrollar tu propia carrera o cómo ganar dinero, ni cómo volver a reencontrarte con tu ritmo creativo –si es que lo has perdido o si llegaste a ser consciente de haberlo tenido alguna vez–, nadie te guiará para que puedas suplir las carencias educacionales que tu capacidad creativa específicamente necesita. De todo eso nadie te habla, nadie te orienta.

La mayoría de las veces ni siquiera se nos plantea la pregunta más básica: «¿Por dónde empiezo?». Y aquí es donde suelen terminar muchas de las «llamitas» creativas de aquellos que decidieron entrar en Bellas Artes o dedicar años de estudio y esfuerzo para ser artistas.

Para ir un paso más allá –y no hablo de hacer otro máster en diseño por ordenador o iniciarse en la impresión 3D...–, debemos llegar a un estado consciente de lo que implica generar obras de la nada. Separarse del camino mental tradicional –estudios, novio-novia, empleo, vacaciones, coche, casa, gastos, familia– para incluir esta consciencia creativa, es bastante duro y la vida suele poner más trabas que bastones para que nos podamos dedicar a pintar, modelar, escribir o realizar instalaciones de vídeo…, ¿te has planteado todo esto alguna vez? Crear o no crear, sí, esa es la cuestión.