Es una escultura ORIGINAL e INÉDITA, completamente modelada a mano con arcilla. Donde el parecido se funde con elementos geométricos que generan una imagen excepcional de relevancia, honestidad, seguridad y orgullo.

Rodolfo Navarro es un escultor, pintor y escritor que se caracteriza por sus retratos únicos y diferentes; huye de los bustos típicos donde el rostro es lo principal y la base un trozo de peana sin intención. Para él, el parecido no es lo «más importante» sino una excusa para generar una escultura que evoque la personalidad del retratado. Que influya en los demás y que transmita un mensaje.

En esta escultura de S. M. el contraste de las formas geométricas y el rostro figurativo, generan una sensación que impresiona y no deja a nadie indiferente.

En la base podemos adivinar el contorno del mapa de España, junto a las islas, Ceuta y Melilla, la bandera con el escudo constitucional y la insignia en la solapa como elementos propios de la monarquía que aportan a la obra una «ancla» con la institución y la historia de todos.

Para Rodolfo, una vez que la personalidad es reconocible, se dedica a generar una escultura de 360º capaz de interpelar al espectador y que se cuestione volúmenes, formas y mensajes.

En los elementos de nariz (línea recta), boca (línea horizontal) y ojo (punto o hueco) quiere plasmar otros personajes que forman parte de la vida de S. M.: sus hijas, su esposa y reina, e incluso sus padres, forman parte de la base que sostiene al monarca, la institución y a todos los españoles.